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Análisis Opinión

Aceleracionismo y Nuevo Orden Mundial

Este artículo fue publicado el 20 de mayo de 2021 en inglés. Muchas gracias a Diego que nos ha enviado esta traducción.


Estas dos portadas se publicaron con 33 años y 119 días de diferencia exactamente.

Estas dos portadas se publicaron con 33 años y 119 días de diferencia.

El número 33, por supuesto, no necesita presentación; es el favorito absoluto de los ocultistas. El 119 (y su equivalente numerológico, el 911) se hizo famoso el 11 de septiembre de 2001, día y ocasión en la que tuvo lugar ese espejismo colectivo y ritual colectivo. Corresponde, entre otras cosas, a la fecha mitológica en la que fueron destruidos los dos «templos de Salomón» (día 9 del mes 11).

Para los ocultistas, el 9 es el número del hombre, el 10 es el número del equilibrio/Dios, y el 11 representa al Iniciado o «mago» que está más allá de Dios. A su vez, el 11 simboliza el ascenso del hombre (renacimiento, coronación, iluminación, etc.), sustituyendo a Dios sin de hecho pasar por Él.

El 911 representa, por tanto, la destrucción de un ser/orden anterior y el comienzo de uno nuevo. Es cabalmente apropiado que se utilice para representar la destrucción del templo mitológico, y así el 11 de septiembre de 2001 para la recreación ocultista de tal destrucción.

Este número que se da entre esas dos portadas de The Economist podría ser una coincidencia, una sincronización o la iniciativa de alguna mente bárbara y supersticiosa; nosotros optamos por esta última explicación. Como del mismo modo, no creemos que la pirámide y su ojo que todo lo ve sean una preferencia artística aleatoria.

La elección del ave fénix en la primera portada es perfectamente coherente, ya que, efectivamente, resurge de las cenizas; de ahí que la imagen presente también diferentes papel monedas ardiendo. La flor de lis en la cabeza del ave es un símbolo heráldico muy antiguo de origen incierto que desde tiempos inmemoriales representa la resurrección y la iluminación.

En otras palabras: los propagandistas están señalando con esta reciente portada que la promesa hecha en 1988 -la destrucción del sistema monetario mundial permitiendo el establecimiento de una nueva forma de moneda- no ha sido olvidada y se cumplirá.

Ha de ser un acontecimiento de importancia ritual, congruente con la destrucción y el renacimiento.

Aliens

El 1/2/21 (otro 33) la revista Scientific American publicó una conversación con el profesor de la Universidad de Harvard y director del departamento de astronomía, el Dr. Avi Loeb (archivo 1, 2, 3). Se titula: «El Astrónomo Avi Loeb Dice Que Los Extraterrestres Nos Han Visitado, y No Está Bromeando«.

Que lo que dice en esa entrevista sea cierto o no, no es tan relevante como el hecho de que dicho artículo se publique en una revista que representa el «conocimiento común» científico actual (si se les pasó, lean este post con nuestra explicación de lo que significa este concepto dentro de lo que es la teoría de juego).

La entrevista trata sobre ´Oumuamua, ese objeto interestelar observado a 33 millones de kilómetros de la Tierra (sí, 33) el 19/10 de 2017, que el señor Loeb cree que es «nada menos que el primer contacto de la humanidad con un artefacto de inteligencia extraterrestre». La entrevista no tiene mucho interés más allá de eso, ya que el ex soldado israelí, que se compara con Galileo, se limita a una fingida defensa del descaro de tener semejante idea.

La entrevista resulta de su publicación en The Astrophysical Journal Letters (aquí copia completa), y de su libro (disponible en libgen), y fue también acompañada por muchas otros artículos en medios de propaganda establecidos (ver dos de esos ejemplos aquí y aquí).

El libro del Sr. Loeb, en pocas palabras, sostiene que ´Oumuamua es probablemente tecnología extraterrestre (describiendo la improbabilidad, dadas sus propiedades, de que sea natural), y critica a sus colegas científicos por negarse a considerar tal idea (estableciendo repetidamente paralelismos con Galileo frente a la iglesia católica).

Sin embargo, el tema de fondo es más sutil; para ilustrarlo, he aquí dos extractos dignos de mención.

En 1998, el economista Robin Hanson publicó un ensayo titulado «The Great Filter—Are We Almost Past It?” (El Gran Filtro: ¿Estamos Por Pasarlo?*). En él, Hanson argumentaba que tal vez la respuesta a la paradoja de Fermi era que, en todo el universo, el propio avance tecnológico de una civilización predice de forma abrumadora su destrucción. El mismo momento en que una civilización alcanza nuestra etapa de avance tecnológico -esa ventana en la que puede señalar su existencia al resto del universo y comenzar a enviar naves a otras estrellas- es también el momento en que su madurez tecnológica es suficiente para causar su propia destrucción, ya sea a través del cambio climático o de guerras nucleares, biológicas o químicas.

El ejercicio mental de Hanson tiene suficiente verosimilitud como para que la humanidad haga bien en considerar la q pregunta que titula su artículo: ¿Se está acercando la civilización humana a su propio filtro?

No sería una ironía menor que Fermi fuera la solución a su propia paradoja, ya que, con la ayuda de Fermi, desarrollamos las armas nucleares hace siete décadas. Pero incluso sin armas nucleares, avanzamos hacia nuestra propia destrucción al cambiar el clima de forma permanente. El aumento de la resistencia a los antibióticos, debido a muchos factores, pero ciertamente incluyendo el uso en gran medida indiscriminado de antibióticos en la agricultura y la ganadería industrial, también representa una amenaza. Lo mismo ocurre con las pandemias, aceleradas y exacerbadas por nuestro asalto industrializado al ecosistema de nuestro planeta.

Avi Loeb, Extraterrestre, capítulo 9

Imaginen la vida en nuestro planeta el día después de que se confirme de forma irrefutable la existencia de vida en otro lugar del universo. Imaginen por un momento que ´Oumuamua hubiese sido descubierto antes de octubre de 2017 y que hubiéramos tenido la oportunidad de lanzar una nave espacial con una cámara que tomara una foto de cerca de ´Oumuamua en el momento de su máxima aproximación que demostrara más allá de toda duda razonable que este objeto es un residuo tecnológico de una civilización extraterrestre.
Ahora pregúntense: ¿Qué reacción habría esto provocado?

Avi Loeb, Extraterrestre, capítulo 11

Es hora de repetir algo importante, en lo que hemos insistido mucho en posts anteriores. Cuando los portavoces de la propaganda publican un relato, lo primero que hay que hacer es preguntarse:

  • ¿Quién me lo dice?
  • ¿Por qué me lo dicen?
  • ¿Por qué me lo dicen ahora?

En otras palabras: lo relevante no es la información en sí, sino lo que implica su publicación es decir, la información sobre la información, y en concreto la forma en que se está configurando el conocimiento común (lo que la gente sabe que otra gente sabe). Efectivamente, debemos tener la disciplina de mirar el circo desde un punto de vista más elevado, en lugar de hacer una lectura textual de las narrativas (sea para aceptarlas o denunciarlas).

Las narrativas son de particular interés cuando siguen un patrón; y en la narrativa ET -y como hemos destacado repetidamente en el pasado-, hay definitivamente un patrón.

He aquí un ejemplo reciente que nos parece especialmente divertido, por lo descarado.

Fuente (archivo).

Esta entrevista se publicó este año el 22 de marzo (el 322** es el número de Skull and Bones, pero no nos metamos en eso), y fue cubierta por otros medios de comunicación dominantes (uno, dos ejemplos).

Y hete aquí que el 17 de abril de 2020, es decir, 911 días después de la primera observación de ´Oumuamua, el Pentágono confirmó «la autenticidad de los vídeos que muestran objetos voladores no identificados» (archivo 1, 2).

Y por si alguien se lo ha perdido, aquí está el popular programa de televisión «60 Minutes» dedicando un programa a los OVNIs y a la inminente revelación al entrevistar a un piloto de la Marina sobre el fenómeno.

0 Minutes y los OVNIs, entrevista a un oficial de inteligencia militar (archivo).
Fuente (archivo 1, 2)

En suma: se avecina algún tipo de gran «revelación», algo que, de hecho, ya ha comenzado. No sabemos cuándo ocurrirá, ni la forma que adoptará. No nos aferramos a que pueda ser este verano, como anuncia este post de reddit (archivo) de hace 7 años, o como promete el proyecto de ley coronacircus de 2.3 billones de dólares (y también varios medios). De hecho, suponemos que tomará más tiempo, ya que tendrá que ocurrir primero el colapso monetario, y posiblemente una guerra.

Tampoco estamos diciendo que vaya a suceder como se describe en nuestro ficticio Diario del Futuro. Lo importante, es la perspectiva escatológica más amplia con la que los bárbaros vienen arremetiendo, y lo que hacen para acelerar tal perspectiva.

Aún así, y por diversión, aventuremos una conjetura de cómo pueda llegar a darse tal revelación. Imaginemos el siguiente comunicado de prensa; como si realmente así hubiera sido comunicado. Teniendo en cuenta todo lo que le precede, la gente podría llegar a no sorprenderse.

CNSA/Pekín, 16-07- 2021, 16:16:00, vía Xinhua – El 19 de octubre de 2017, Robert Weryk, utilizando el telescopio Pan-STARRS del Observatorio de Haleakalā (Hawái), se convirtió en la primer persona en observar un objeto interestelar en nuestro sistema solar; lo observó a 33 millones de kilómetros de la Tierra y 40 días después de que pasara por su punto más cercano al Sol. Ese objeto fue designado formalmente como 1I/2017 U1, pero desde entonces se le conoce coloquialmente como ´Oumuamua.

Tras el descubrimiento de nuestros colegas estadounidenses, la CNSA desvió su sonda espacial clasificada Shangdi-33 (parte de su glorioso programa de exploración Proyecto 921-10), y sacrificó su misión venusina a tiempo para tomar una fotografía, a partir de ahora desclasificada. La imagen está fechada el 9 de noviembre de 2017. Como fácilmente se puede observar, el objeto de origen desconocido es artificial, como de hecho se había sospechado; científicos chinos han evaluado además que cuenta con tecnología avanzada que actualmente no existe en la Tierra.

El Circo de las Vacunas

Antes de exponer nuestro punto de vista, les presentamos una primera prueba. Por favor, pregúntense si esta actuación tan lamentable del alcalde de Nueva York pretende realmente persuadir, o si se está tramando algo más siniestro.

Vacuna de De Blasio con hamburguesas y papitas fritas (archivo)

En caso de que aún tengan dudas, aquí hay otros titulares. Hagan clic para ampliar el control deslizante.

Aquí hay otra pequeña colección de artículos del mismo estilo de los Medios de Comunicación Dominantes.

Sinceramente, es muy difícil hacer un seguimiento de este tipo de artículos; con la selección anterior, sólo estamos arañando la superficie. Además, llevamos varios meses recopilando y publicando ejemplos similares.

Aquí hay dos ejemplos más de lo que queremos decir, de uno de los Medios de Comunicación Dominantes australiano (Sky News).

Sky News y su presentador de mayor audiencia se pronuncian contra el Great Reset (el Gran Reinicio) (archivo)
Sky News se pronuncia más recientemente contra la OMS y el FEM (archivo)

¿Qué pasa? ¿Por qué hacer de todo un circo? ¿Por qué crear una narración tan absurda? ¿Por qué hacer que la propaganda sea tan descarada? ¿Por qué darles tanto material gratuito a los «teóricos de la conspiración», ya sea sobre los OVNIs o el coronacircus?

CDC reciclando el meme del NPC (fuente, archivo)

Llevamos más de un año haciéndonos esta pregunta (si se les pasó, lean nuestro post sobre la Revelación del Método). Hay una pieza adicional de este rompecabezas que aún no hemos discutido. Se llama aceleracionismo; lo examinaremos ahora y luego lo relacionaremos todo.

Aceleracionismo

La idea detrás del aceleracionismo es el poder crear un cambio radical «acelerando» tanto un sistema existente y hasta tal punto que es posible provocar su implosión. Los teóricos marxistas, especialmente en las últimas tres décadas, han propugnado esta idea, pero su origen se encuentra en Friedrich Nietzsche, quien sostenía que » el proceso de nivelación del hombre europeo es el gran proceso que no debe controlarse: uno debería incluso acelerarlo».

Mucho se ha escrito sobre el aceleracionismo, y la mayor parte semeja a una masturbación intelectual. Para realmente entenderlo, es necesario simplificar el concepto.

Esencialmente, se basa en el principio de reductio ad absurdum, llamado prueba por contradicción en matemáticas. Un ejemplo clásico es la prueba de que √2 es irracional: en lugar de derivarlo directamente, se postula que √2 es racional, se lleva el razonamiento al extremo y se demuestra que conduce a una conclusión absurda.

Del mismo modo, los teóricos marxistas, tras la caída de la Unión Soviética, se dieron cuenta de que para destruir el «capitalismo», la mejor manera era, en realidad, fomentar sus variantes más agresivas; el objetivo es provocar tanto sufrimiento y miseria que la gente acabe rechazando por completo ese sistema. Como tal, el aceleracionismo se basa en el probado principio hegeliano de problema, reacción, solución.

He aquí un revelador (y elogioso) artículo de The Guardian sobre tal concepto (archivo 1, 2). Citamos a continuación extractos interesantes.

Land escribió en 1992 que el capitalismo nunca se había desencadenado adecuadamente, sino que siempre había sido frenado por la política, «la última gran indulgencia sentimental de la humanidad». Consideraba a Europa como un lugar esclerótico y cada vez más marginal, «el tacho de basura racial de Asia». Y vio que la civilización en todas partes se aceleraba hacia un apocalipsis: «El desorden debe incrementarse… Toda organización [humana] es… un mero… desvío en el inexorable flujo de la muerte».
[…]

Land daba conferencias extrañas y teatrales: se encaramaba a las sillas mientras hablaba, o se sentaba encorvado, meciéndose de un lado a otro. También aderezaba sus discursos con humor negro. Decía al público: «Trabajo en el campo de los estudios sobre el colapso de la civilización occidental». Un cuarto de siglo después, algunos antiguos alumnos de filosofía de Warwick siguen hablando de él con asombro. Robin Mackay dice: «Creo que es uno de los filósofos más importantes de los últimos 50 años».

Esta es otra forma de expresar el aceleracionismo:

  • ¿Cuál es la mejor manera de destruir la ciencia y la razón? Obligar a la gente a aceptar como razonables y científicas las nociones más absurdas y descabelladas, como la idea de que ser hombre o mujer es una cuestión de preferencia subjetiva.
  • ¿Cuál es la mejor manera de destruir la tolerancia y la inclusión? Esperar que estén representadas por organizaciones y comportamientos extremistas, como la caricaturesca Black Lives Matter y la destrucción que propugna.
  • ¿Cuál es la mejor manera de destruir la belleza, el talento y el arte? Presentar como epitome de la belleza, el talento y el arte lo espantoso, como el urinario de Duchamp, o el absurdo total, como los 4’33 de John Cage.
  • ¿Cuál es la mejor manera de destruir la democracia y el Estado de Derecho? Corromperla hasta tal punto, poner en el poder a líderes tan ineptos, que la gente empiece a apoyar las formas de gobierno autoritarias y la toma de posesión por parte de los militares.

La estrategia Cloward-Piven es una notoria propuesta aceleracionista destinada a establecer una «renta anual garantizada». En lugar de intentar implantar directamente un programa de este tipo -porque se dieron cuenta de que sería impopular-, los dos sociólogos judío-estadounidenses propusieron en una publicación radical de 1966 (archivo) forzar el cambio a través del caos; la idea era que una campaña de impulso a la inscripción en la asistencia social por parte de la población sobrecargaría los presupuestos locales, precipitando una crisis que haría que el gobierno implantara la asistencia social universal.

De hecho, en la introducción de su publicación afirman abiertamente que «si se aplicara esta estrategia, se produciría una crisis política que podría conducir a la legislación de una renta anual garantizada y, por tanto, al fin de la pobreza». Al menos la agenda no se oculta, como ilustra el siguiente extracto:

Creemos que una serie de campañas que impulsen la asistencia social en las grandes ciudades impulsaría la creación de un nuevo programa federal para distribuir ingresos, eliminando el actual sistema de asistencia pública y aliviando la abyecta pobreza que éste perpetúa. Extensas campañas para registrar a aquellos pobres que reúnen los requisitos para recibir ayuda por parte de la asistencia social, y para ayudar a los actuales beneficiarios a obtener todas las prestaciones, producirían un trastorno burocrático en las agencias de asistencia social y un trastorno fiscal en los gobiernos locales y estatales.
Estas alteraciones generarían graves tensiones políticas y profundizarían las divisiones existentes entre los elementos de la coalición del Partido Demócrata de las grandes ciudades: la clase media blanca remanente, los grupos étnicos de la clase trabajadora blanca y las minorías pobres en aumento. Para evitar un mayor debilitamiento de esa coalición histórica, un gobierno nacional del Partido Demócrata se vería obligado a promover una solución federal a la pobreza que prevaleciera sobre los fracasos de la asistencia social local, sobre los conflictos locales de clase y raza y sobre los aprietos locales en recaudación e ingresos.
El trastorno interno de prácticas burocráticas locales, la ira por la pobreza de la asistencia pública y el colapso de los actuales acuerdos de financiación pueden generar poderosas fuerzas para lograr importantes reformas económicas a nivel nacional.

A la luz de esto, el coronacircus queda claro: forma parte de una política aceleradora destinada a destruir los Estados-nación, socavando nuestra confianza en las instituciones. Enfrentados a una depresión económica y ante tal nivel de incompetencia y corrupción, los pueblos culparán a sus dirigentes y desempolvarán las guillotinas.

En ese sentido, es muy probable que las «vacunas» tengan efectos secundarios debilitantes; no porque los planificadores centrales necesiten ese «pinchazo» para envenenar a la gente (ya tienen las vacunas contra la gripe, el calendario de vacunas, ya están envenenando nuestros alimentos, el aire y el agua, etc.) sino más bien porque esos efectos secundarios serían ampliamente conocidos y confesados, y el «sistema» sería culpado por ello. Si estas inyecciones llegan a lesionar, esterilizar o matar a millones de personas, eso sería simplemente un «extra», o el medio para un fin más subversivo y sutil.

La provocación del coronacircus, como hemos destacado, es la culminación de una agenda subversiva iniciada hace décadas y destinada a destruir el mundo occidental. Como es la culminación y el capítulo final de esa demolición controlada, tiene un fuerte trasfondo ocultista, es considerada por los bárbaros como una «coronación», y está destinada a facilitar el surgimiento de una nueva era; por lo tanto, puede incluso involucrar a los «extraterrestres» como su acto final.

Conclusión

Durante más de un año hemos estado descifrando la agenda de los bárbaros, ilustrando nuestros artículos con numerosos ejemplos; en particular, hemos estado insistiendo en que podría haber algo más en el coronacircus que una obvia toma de poder utilizando una pseudopandemia como pretexto.

Por ejemplo, en nuestro post sobre Bill Gates, concluimos diciendo: «nos parece un villano demasiado caricaturesco y obvio […] lo vemos como un instrumento de las revueltas que los planificadores centrales quieren fomentar; su relación altamente publicitada con Jeffrey Epstein no hace más que añadir credibilidad a nuestra teoría». Nos reconforta ver que nuestra opinión se valida ahora que todos los medios de comunicación están «sacando a la luz» su relación con el famoso traficante de niños.

Sin embargo, nada de esto estaría claro sin el componente escatológico, y sin entender el esfuerzo de los planificadores centrales por traer una «nueva era», que yace en supersticiones bárbaras y medievales. Es sólo en este contexto que el coronacircus toma sentido; sabemos que quieren la revuelta; sabemos que quieren la guerra; sabemos que quieren que algún tipo de «salvador» se manifieste en algún momento; y podemos ver que están progresando hacia tal objetivo.

Hay una manipulación Mágica de máxima importancia: la iniciación de un nuevo eón. Cuando se hace necesario enunciar una Palabra, todo el Planeta debe ser bañado en sangre. Antes de que el hombre esté preparado para aceptar la Ley de Thelema, debe librarse la Gran Guerra. Este Sacrificio Sangriento es el punto crítico de la Ceremonia Mundial de la Proclamación de Horus, el Niño conquistador y Coronado, como Señor del Eón.

Aleister Crowley, Magick (1997), Libro 4 (fuente).

El sueño de dominar el mundo es muy antiguo: desde Alejandro hasta Carlomagno, desde Napoleón hasta Hitler, desde César hasta Stalin. Cada uno de estos fanáticos fue impulsado de manera similar por alguna psicosis oculta y mesiánica. Todos ellos han fracasado, porque la naturaleza aborrece la planificación central, y la conciencia individual siempre resulta ser un obstáculo demasiado formidable. A la espera de este inevitable fracaso, uno haría bien en encontrar un lugar remoto donde refugiarse durante un tiempo.


*Wikipedia y otros medios lo traducen como “El gran filtro: ¿(ya) casi lo hemos pasado?”

** En inglés las fechas se abrevian empezando por el mes, luego el día (y luego el año). Por tanto el veintidós de marzo en inglés se abrevia 3-22